Apenas hace unos días escuchamos al Senador Ricardo Monreal decir que el Poder Legislativo no es comparsa ni apéndice del Ejecutivo, en clara referencia al desencuentro entre el Senador y el Presidente.
Llama la atención si estos desencuentros son del pasado o recientes, pero una cosa es clara, ni el Santo Niño de Atocha vio venir esta metida de pata entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo, quienes criticaron ampliamente a los poderes de la época neoliberal al introducir de manera incorrecta el sistema de pensiones cuyo pago se hace a través de las AFORES.
Fueron diversas las críticas, que si no supieron copiar el sistema de Chile, que si la tasa fue muy pequeña o las semanas de cotización muy altas, la realidad es que neoliberales y transformadores se equivocan por igual, aunque sea por detalles técnico legales que harán de la última reforma, un caldo de cultivo para los patrones que posiblemente encuentren un espacio legal para no aplicar la misma en su totalidad.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso de la Unión para su discusión y aprobación, el texto de reforma en materia de pensiones, el cual después del proceso legislativo, se publicó el 16 de diciembre de 2020 en medio de la pandemia entre aplausos y halagos por los cambios logrados en beneficio de la clase trabajadora.
Cuál será la sorpresa de la citada reforma, que en su aplicación para el pago de cuotas de Cesantía y Vejez de conformidad con el articulo 168 de la Ley del Seguro Social.
Con Información de Excelsior.