En un vibrante clásico de Pensilvania, Eagles extendió su increíble racha de victorias a 10, superando a Steelers por 27-13 en un juego lleno de emociones y significados profundos. Esta victoria no sólo consolidó a Filadelfia como un formidable contendiente al Super Bowl, sino que también reafirmó el espíritu indomable de su equipo y su afición.
Hurts demostró su destreza en el aire y también su habilidad con las piernas al anotar un touchdown por tierra, guiando a su equipo a un impresionante récord de 12-2. La ciudad de Filadelfia vibra con la promesa de un posible trofeo Vince Lombardi, y la energía de sus seguidores es palpable.
El corredor de Eagles, Saquon Barkley, tuvo una noche difícil, corriendo 65 yardas en 19 acarreos después de un duro golpe de Minkah Fitzpatrick. Sin embargo, Barkley sigue liderando la liga con 1,688 yardas y mantiene viva la esperanza de romper el histórico récord de Eric Dickerson.
Para Steelers, líderes de la AFC Norte con un récord de 10-4, esta derrota fue un golpe doloroso, pero lograron asegurar un lugar en los playoffs gracias a las derrotas de Miami e Indianápolis. La pérdida de su estrella defensiva, TJ Watt, por una lesión en el pie, dejó un vacío difícil de llenar. Russell Wilson, el quarterback de Pittsburgh, fue limitado a 128 yardas, su menor cantidad en la temporada, y lanzó un pase de touchdown de nueve yardas a Pat Freiermuth. Steelers se enfrenta a Ravens la próxima semana en Baltimore.
