Tlalixtac de Cabrera, Oax. 29 de mayo de 2019. La vocación de servicio es una de las cualidades que destacan en Emilia Pina Ramírez, trabajadora del departamento de Incidencias y Registro de Personal de la Secretaría de Administración, quien se considera una mujer plena y orgullosa de su desempeño laboral y familiar.
A sus 48 años, “Pina” -como la conocen sus compañeras y compañeros- se siente feliz de haber alcanzado sus mayores metas de vida. De manera puntual cumple con sus responsabilidades como servidora pública, sin descuidar a sus hijos y disfrutando de su vida en pareja.
De lunes a viernes ofrece su mejor semblante a quienes acuden a ella para realizar algún trámite relacionado con su estatus laboral, procurando ser siempre solidaria y atenta a las necesidades de cada caso, pues considera que “todos los días se encuentran diferentes cosas”.
Sentada frente al monitor donde registra cuidadosamente cada movimiento en la plantilla laboral, Pina revela que la clave para armonizar la familia y el trabajo es el amor a lo que haces y la mentalidad de salir siempre adelante.
Al principio es difícil –confiesa- cuando ingresé a laborar ya tenia dos niños y tuve que separarme de mi hija menor a meses de nacida; sentía muchas emociones pero nunca pensé en dejar mi trabajo, siempre apoyada por mi esposo decidí continuar y aquí sigo, aseguró visiblemente emocionada al recordar que han pasado más de 20 años desde que inició su vida laboral en la Secretaría de Administración.
Esta consciente que su trabajo requiere de mucha disposición y carácter. Por su escritorio pasan documentos y trámites de altas de personal, bajas, renuncias, movimientos, “vemos llegar personas que inician su vida laboral, pero también nos ha tocado cerrar expedientes de amigos que fallecieron y eso se siente siempre”.
Sin embargo –reitera- si tuviera que elegir un lugar para laborar, sin duda, escogería este puesto y tomaría el mismo camino y las mismas decisiones que he tomado hasta este momento.
Pina platica de su gusto por caminar todas las tardes en el Bosque El Tequio, de estar en casa y convivir con sus hijos, quienes aunque han cumplido la mayoría de edad, mantienen fuerte el vínculo familiar.
“Yo deseaba trabajar, tener una familia y vivir con la alegría y tranquilidad que ahora vivo. No puedo más que sentirme feliz y orgullosa de todo lo que tengo y lo que he logrado”, puntualizó.