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¿Esta cierva se sacrificó para salvar a sus crías?

En redes sociales se afirmaba que la foto ganó un premio a la mejor de la década y provocó que su autor cayera en depresión

En redes sociales se afirmaba que la foto ganó un premio a la mejor de la década y provocó que su autor cayera en depresión.

Publicaciones compartidas cerca de 200 mil veces en redes sociales aseguran que una cierva que aparece en una imagen se entregó como presa a dos guepardos para proteger a sus crías. Pero la realidad es otra: la autora de la foto original explicó a la AFP que muestra a un par de guepardos que aprenden cómo capturar presas, en este caso un impala y no un ciervo. Las publicaciones virales también señalan que la imagen ganó como “Mejor imagen de la década”, pero eso también es falso. La fotografía sí fue premiada, pero no con ese galardón.

Una búsqueda inversa* de la foto arrojó una entrada en el sitio ADNIndia donde se cuenta el contexto real en el que fue tomada. En febrero de 2017 publicaron en esa web un artículo titulado “La verdadera historia detrás de la foto viral de los guepardos que atacan a un impala” y citaron a la autora de la imagen, Alison Buttigieg, originaria de Malta.

En el artículo, el medio preguntó a la fotógrafa -y no fotógrafo, como aseguran las publicaciones virales- si sabía que su imagen se había viralizado, a lo que respondió: “Sí, lo sé. Cientos de personas me están enviando mensajes sobre mi supuesta depresión y preguntando por qué no salvé al venado. Fue horrible. No tengo idea de quién comenzó esto, me gustaría saberlo”.

También en el sitio web de Buttigieg se encuentra publicada la foto que, según señala, fue tomada en 2013 en Masai Mara, Kenia. La secuencia conformada por una serie de fotos muestra a la madre guepardo enseñando a sus cachorros a capturar presas.

Según señala Buttigieg en la descripción, “lo que es inusual en la secuencia de fotos es la calma del impala. Probablemente esté en estado de shock y, por lo tanto, paralizado por el miedo. Es inquietante cómo parece posar en algunas imágenes (…) como si estuviera decidido a verse bonito y orgulloso hasta el final”.

AFP Factual contactó por correo electrónico a Buttigieg, quien actualmente vive en Helsinki, Finlandia. Sobre la imagen, señaló:

La fotógrafa, cuyo trabajo se centra en registrar el comportamiento de los animales, publicó en febrero de 2017 en su perfil en Facebook que la imagen estaba siendo mal utilizada. “Algunas de estas páginas me acosaron cuando me atreví a denunciarlas para que la imagen fuera eliminada. Vergonzoso”.

En cuanto a la afirmación sobre su salud mental, dijo: “Sobre la depresión, no tengo palabras para eso. Usar una declaración falsa de enfermedad mental para hacer un historia viral es insensible para mí (esto me ha causado problemas en mi lugar de trabajo) y para las personas que sufren esta enfermedad”.

Anteriormente en Twitter, Buttigieg ya había negado afirmaciones sobre la supuesta depresión que sufría. En su cuenta en Instagram publicó la fotografía junto con la explicación.

Además, la publicación viralizada habla de la “mamá venado” que aparece en la foto. En realidad, es un impala. Las dos especies tienen diferencias considerables, comenzando por el hecho de que la primera es parte de la familia Cervidae y la segunda de Bovidae. Los ciervos también suelen ser llamados venados mientras los impalas generalmente son considerados antílopes.

Por último, la imagen sí fue premiada, pero no como la “Mejor foto de la década”. De acuerdo a lo que aparece en el sitio web de Buttigieg, ganó en 2016 el premio Remarkable en los Siena International Photo Awards. Su foto compitió con otras 5.000 y ganó en la categoría “Vida Silvestre”.

En conclusión, la fotografía tomada por Alison Buttigieg no muestra a una “madre venado” rindiéndose ante unos guepardos para proteger a sus cachorros. En realidad, una madre guepardo enseñaba a sus crías a cazar a un impala.

 

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