REMOLINO POLITICO
Enero 17 2018
Mario CASTELLANOS ALCAZAR
El gobernador Alejandro Murat Hinojosa, de los cambios que ha hecho, dos son importantes en su gabinete, que ya se veía desfallecido por la falta de coherencia en educación y la salud, que son de vital importancia para el desarrollo de la entidad oaxaqueña; el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, IEEPO y la Secretaría de Salud en el Estado, se vieron reposicionados para evitar mayores daños a los oaxaqueños en estos aspectos indispensables para el crecimiento humano.
Quedó relevado el Director del IEEPO, Germán Cervantes Ayala por Francisco Ángel Villarreal, aunque hay que reconocer que este cambio no es fundamental, ni por ello, se van a resolver los problemas educativos derivados de la Reforma Educativa, que es la manzana de la discordia y asimismo el magisterio disidente de la Sección 22 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, siempre estará en contra de las políticas neoliberales que vienen imperando desde hace 25 años y se agudizaron con el Presidente de Enrique Peña Nieto, quien deja una estela de corrupción en el sistema educativo. Una Reforma que viola los derechos profesionales de los maestros de la nación mexicana, con la tendencia de privatizar la educación a costa de lo que fuere, pero no solo eso, sino que doblegó a más no poder al sindicato más poderoso de América Latina: el SNTE.
En lo que se refiere al cambio en el IEEPO, Francisco Ángel Villareal, no tiene el perfil, ni es la panacea para solucionar el problema educacional que proviene de una lucha sindical que va más allá de lo educativo. Tiene tintes políticos que emanan de un sistema de gobierno neoliberal que le apuesta a una Reforma Educativa, fuera de tono y del nacionalismo mexicano, en el que se pierden los valores y principios de las nuevas generaciones, sin descartar que haya modelos que no corresponden a los mexicanos, al tratar de imponer un sistema ajeno, que incluye una Reforma punitiva y de carácter elitista.
Todo director del IEEPO es para enterrarlo políticamente, porque siempre será catapultado por el magisterio radical y nadie se descarta de ser repudiado por la base magisterial, porque se trata de un mal del sistema político mexicano, que ni el Presidente, Peña Nieto, puede resolver, ni cualquier otro que llegue a dirigir el destino del sistema educativo, ante un magisterio ávido de justicia y democracia en la expedición de mejores métodos, procedimientos, técnicas y didácticas para mejorar la calidad de la enseñanza pública con la finalidad de rescatar la historia y el civismo de los educandos, que cada vez se ven más limitados en sus cualidades y vocación de su personalidad.
El nombramiento de Ángel Villarreal, fue solo un acto de relumbrón político, sin que cuente con la vocación académica, de investigación, procedimientos, ni técnicas didácticas, para salir del apuro y librar un proceso electoral, que en la entidad oaxaqueña, es para elegir al Presidente de México, senadores, diputados y presidentes municipales con la finalidad de apaciguar en la mínima escala las demandas del magisterio insurgente, que el gobernante oaxaqueño aprovecha para hacer cambios y enroques en su gabinete en tiempos electorales para darle a muchos funcionarios una salida decorosa con el argumento de que van a buscar un puesto de elección popular, que nunca les va allegar. Tal es el caso de Francisco Ángel Villarreal, a quien sacaron de la jugada, cuando sabemos que su intención es la Presidencia Municipal de Oaxaca de Juárez, una senaduría o una diputación federal.
Lo mismo sucedió en los Servicios de Salud de Oaxaca, SSO, en donde destituyeron al titular de esta institución, Celestino Alonso Álvarez, por Juan Díaz Pimentel. Al primero lo engatusaron con una posible diputación, desde luego por el PRI, si es que la gana, pero para él fue, una salida decorosa y con lo que respecta a Díaz Pimentel, ya es su rebote y su despedida del viejo régimen. Sigue siendo apéndice del muratismo oaxaqueño.
Todo, ya está fraguado y cocinado al temple del proceso electoral, dizque para hacer algunos reajustes en el gabinete estatal, pero lo más importante, por ahora, no es la educación ni la salud de los oaxaqueños, sino ganar o arrebatar los triunfos electorales en favor del PRI- Gobierno. Lo que importa en Oaxaca, es ganar la Presidencia de México, las senadurías, diputaciones y presidencias municipales para seguir conservando en el PRI la hegemonía del poder por el poder, aunque la educación y la salud sigan siendo solo una bandera política de la oligarquía mexicana.
carloscastellanos52@hotmail.com