Internacional

Desmanes de ultraderechistas dejan 18 heridos en Alemania

La policía informa que al menos 18 personas resultaron heridas durante una marcha ultraderechista y varias contramanifestaciones en la ciudad de Chemnitz; hay 37 denuncias por delitos

  EFE / FOTOS: AP Y REUTERS

BERLÍN.

La policía alemana informó hoy de que la tensa jornada de este sábado en Chemnitz, donde se celebró una marcha ultraderechista y varias contramanifestaciones, acabó con al menos 18 heridos, incluidos tres policías, y 37 denuncias por delitos.

Indicó además que un afgano de 20 años fue agredido horas después de las protestas por cuatro encapuchados y que se está investigando si los atacantespudieron haber participado previamente en la manifestación ultraderechista.

Pese al esperado y por el momento conocido número de delitos (la jornada) se mantuvo en términos generales pacífica”, aseguró en el comunicado con los datos definitivos la presidenta de la policía de Chemnitz, Sonja Penzel.

Las fuerzas de seguridad reconocieron que “durante y tras las concentraciones hubo situaciones en las que la policía tuvo que actuar para evitar una escalada” de la violencia.

Especialmente durante la denominada fase de salida de participantes de todas las marchas hubo en la ciudad varios enfrentamientos entre distintos grupos que tuvieron que ser confrontados de forma consecuente por las fuerzas de seguridad”, indica el comunicado.

Según las estimaciones finales de las autoridades, hasta 11 mil personas protestaron en las calles de esta ciudad del este de Alemania una semana después de que en sus calles muriese un hombre apuñalado, presuntamente por dos inmigrantes, y se desatase una cacería de extranjeros por parte de grupos neonazis.

La manifestación más concurrida fue la convocada por el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y el colectivo xenófobo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), seguida por la concentración ‘Corazón en lugar de odio’, en la que participaron distintos políticos.

Además, se registraron distintas contramanifestaciones que jalonaron el recorrido de la marcha ultraderechista y, en último término, lograron impedir que completase su ruta.

La policía no detalló en su informe final cuántas personas participaron en cada una de estas protestas, tras haberlo hecho en el inicial, en el que hablaba de un total de 9 mil 500 en lugar de 11 mil personas.

Los delitos denunciados ante la Policía -una cifra que reconocen que puede incrementarse aún- son principalmente por daños personales y materiales, resistencia a los agentes y ostentación de símbolos inconstitucionales, por acciones que se cometieron durante y después de las protestas.

Entre las denuncias se encuentra la del parlamentario socialdemócrata Sören Bartol, que aseguró que él y un grupo de personas que habían participado en una contramanifestación fueron atacados por un grupo de ultraderechistas.

La policía desplegó en Chemnitz unos 2 mil agentes -con perros, caballos, tanquetas y otros vehículos- para evitar que la confrontación escalara y que arreciasen las críticas contra su actuación, después de que la falta de personal en los días previos permitiese las cacerías neonazis de extranjeros.

Indicó además que está investigando la agresión a un equipo de televisión alemán.

Fue en la madrugada del pasado domingo cuando un alemán de 35 años y origen cubano fue acuchillado durante las fiestas de Chemnitz. Poco después se arrestó a dos personas en relación a este asesinato, dos peticionarios de asilo de Siria e Irak, que permanecen en prisión preventiva.

El mismo domingo una marcha de unos 800 ultraderechistas por el centro de la ciudad protagonizó persecuciones contra viandantes de aspecto extranjero, en las que varias personas resultaron heridas, que el Gobierno alemán condenó y tachó de “cacerías de odio”.

LEVANTARSE DEL SOFÁ

El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, llamó a los alemanes en una entrevista publicada hoy en el diario Bild a “levantarse del sofá y abrir la boca” tras los incidentes racistas de Chemnitz.

Los “años de coma discursivo” y de la “comodidad” deben acabarse, asegura este político socialdemócrata, quien advierte de que la situación se volverá más “amenazante” si las sociedad no se levanta contra los desmanes de la ultraderecha.

Debemos todos mostrar al mundo que nosotros, los demócratas, somos la mayoría y los racistas, una minoría. La mayoría silenciosa debe levantar la voz”, asegura.

La ministra de Justicia, la también socialdemócrata Katarina Barley, afirmó por su parte en declaraciones a ese periódico que debe investigarse si los incidentes de Chemnitz estuvieron organizadas por redes ultraderechistas.

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