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Embarcaciones ilegales operan a pesar de vigilancia en hábitat de vaquita marina

  • Las pangas sin número de matrícula o permiso, remolcadas por camionetas 4×4, pasan frente a las autoridades, sin ser molestadas, y mucho menos revisadas a su regreso para inspeccionar la captura

Después de que recibieron órdenes de no realizar ninguna acción durante todo el fin de semana bajo el argumento de que había “veda electoral”, elementos de la Guardia Nacional, Secretaría de Marina (Semar), Conapesca y Profepa, retomaron la vigilancia en el muelle de Fonatur en San Felipe, Baja California, por donde salen a pescar embarcaciones menores o pangas que tienen sus papeles en regla.

En videos entregados a Excélsior por parte de integrantes de federaciones y cooperativas de pescadores, se puede observar además a algunos elementos haciendo presencia en las inmediaciones de la rampa no autorizada, cerca del malecón de la comunidad, por donde bajan al mar las embarcaciones ilegales a realizar su faena en el hábitat de la vaquita marina.

Las pangas sin número de matrícula o permiso, remolcadas por camionetas 4×4, pasan frente a las autoridades, sin ser molestadas, y mucho menos revisadas a su regreso para inspeccionar la captura que realizaron a lo largo de la jornada, ya que si bien en estos momentos no hay pez Totoaba, es temporada de sierra y chano.

Se calcula que son alrededor de mil embarcaciones menores ilegales las que salen regularmente a pescar en el Alto Golfo de California, es decir, en San Felipe, Baja California y el Golfo de Santa Clara, Sonora.

En las grabaciones se observa claramente, a los elementos federales voltear para el otro lado cuando pasa una panga sin rótulos, ya que cuando han intentado poner orden, se arremolina la gente de manera agresiva y les impide hacer su trabajo.

Los antecedentes de violencia en San Felipe son muy conocidos, el último ocurrió el 31 de diciembre de 2020, cuando uno de los barcos de la organización Sea Shepherd colisionó contra una embarcación menor que tiró una red en la “Zona de Tolerancia Cero” de la vaquita marina.

En el incidente, lamentablemente murió un pescador y otro resultó seriamente lesionado, lo que generó que una turba enfurecida prendiera fuego a embarcaciones tipo Defender de la Semar, barcos atracados en el muelle y camionetas.

Como resultado de lo anterior, desde hace seis meses, los barcos de Sea Shepherd y el Museo de la Ballena, abandonaron las tareas que realizaban en el área para el retiro de las llamadas “redes fantasma”, donde mueren atrapadas especies protegidas, por la falta de condiciones de seguridad para hacer sus labores.

Agencia: Excélsior

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