Internacional

Tras el hallazgo de coronavirus en las alcantarillas de Estocolmo y Río, Israel monitorea los desagües para evitar una segunda ola de Covid-19

El virus puede viajar a través de la orina y las heces de pacientes contagiados, incluso si son asintomáticos. Detectar altas concentraciones en aguas residuales puede ser un aviso en tiempo real sobre nuevos focos infeccioso

Análisis de una alcantarilla (Reuters/archivo)Análisis de una alcantarilla (Reuters/archivo)

Una de las mayores dificultades con las que se encuentran los gobiernos en estos días a la hora de controlar la propagación del virus e implantar restricciones es identificar los lugares en los que se están produciendo más contagios y caen enfermas más personas. Si no se sabe cuáles son esos puntos calientes, los intentos de salir de la crisis podrían producir nuevos brotes incontrolables.

Por eso, varios equipos de investigación israelíes están monitoreando los desagües del país desde que empezó la actual crisis en busca de trazas del virus, ya que los pacientes con coronavirus excretan a través de orina y heces unos tres días después de haber sido contagiados.

Por el momento, no hay ningún caso confirmado sobre una infección a través del agua y los especialistas lo consideran poco probable, ya que el coronavirus es un virus respiratorio vulnerable a ciertas condiciones ambientales. Ya se hallaron altas concentraciones de coronavirus en el sistema de alcantarillado de Río de Janeiro, la semana pasada, y este martes se confirmó el mismo descubrimiento en Estocolmo.

Según un estudio publicado en la revista Scienceun seguimiento de las alcantarillas puede ayudar a predecir nuevos brotes de coronavirus, ya que las aguas residuales ofrecen datos de brotes casi en tiempo real sobre la salud de la población. Mayores concentraciones de virus corresponden a un mayor número de personas infectadas

El monitoreo de alcantarillado puede ilustrar el momento y la escala de los brotes (Reuters)El monitoreo de alcantarillado puede ilustrar el momento y la escala de los brotes (Reuters)

En el caso de la investigación en Israel, el modo en el que están construidos los desagües permite estudiar las afluencias de zonas específicas. Y una vez establecidos los “puntos calientes”, los investigadores anunciaron que los usarán como un indicador en caso de que haya una segunda ola.

Uno de los métodos desarrollados, el del equipo de Oded Nir, del departamento de Desalinización y Tratamiento de Aguas de la Universidad de Ben Gurión en el Neguev, está a la espera de ser aprobado como parte de la lucha nacional contra el coronavirus y ya ha sido compartido ya en una plataforma abierta para que pueda ser replicado internacionalmente.

La confirmación de que el método funciona la recibió el equipo cuando, tras recoger muestras de desagües, congelarlas a menos 80 grados y analizarlas, comprobaron la alta concentración de Sars-Cov-2 detectada en la ciudad de Bnei Brak, donde hasta ahora ha habido la mayor cantidad de contagios.

La recogida de residuos no plantea problemas éticos porque no implica recoger datos de individuos identificables, sino del vecindario, datos que serán sumamente útiles a las autoridades para imponer restricciones localizadas geográficamente o levantarlas.

Los investigadores aseguran que los test de saliva todavía serán necesarios para reunir datos precisos, pero dicen que la monitorización de los desagües da una descripción panorámica de todo el país de manera mucho más rápida y barata.

(Con información de Fuente Latina)

Deja un comentario

Back to top button
error: Content is protected !!