Han pasado dos semanas desde el último duelo de Cruz Azul en la Liguilla del Apertura 2024, y el panorama de cara a la siguiente temporada es incierto en lo referente a las altas y bajas del plantel, contrastando con los últimos dos mercados de transferencias, en los que la directiva celeste, encabezada por Iván Alonso, había iniciado la planeación con mayor anticipación.
En cuanto a los refuerzos, lo más destacado es la negociación en curso por Jesús Orozco, defensa de las Chivas, quien es del interés del cuerpo técnico cementero, sin embargo, su llegada al cuadro cruzazulino no se ha concretado, ya que la escuadra tapatía exige los 11 millones de dólares de su cláusula de rescisión en un solo pago, mientras que los de La Noria proponen realizarlo en abonos, lo que ha impedido alcanzar un acuerdo.
En la institución celeste también están en busca de un volante, razón por la que mostraron interés en los servicios del uruguayo Facundo Torres, pero al final no prosperó su contratación, pues el exjugador del Orlando City de la Major League Soccer de los Estados Unidos, terminó por fichar con el Palmeiras de Brasil, quien ofreció mayor dinero que el club mexicano.
Respecto a las posibles bajas en La Máquina, destacan dos futbolistas con poca actividad en la temporada reciente. Uno de ellos es el uruguayo Camilo Cándido, lateral izquierdo que ha sido vinculado con el Atlas, aunque su traspaso al club rojinegro aún no se ha cerrado. El otro jugador es Carlos Vargas, quien no entra en los planes del equipo y, por ello, se le buscará acomodo en otra escuadra.
La intención del cuerpo técnico es que el 90 por ciento de la plantilla se mantenga como base para el Clausura 2025 y que haya pocos movimientos, para que la dinámica de Cruz Azul no cambie y se pueda pelear por el campeonato que se les ha negado en las últimas dos Liguillas, pese a ser un equipo contendiente al título.