En conferencia de prensa desde la CDMX, el expresidente boliviano denuncia que se está llevando a cabo un genocidio en su país, y acusa a la OEA de sumarse al golpe de Estado en su contra
Morales aseguró que nunca imaginó que las fuerzas armadas se volvieran en contra del pueblo.
El expresidente Evo Morales insistió este miércoles en que la represión de las protestas constituyen un “genocidio” en Bolivia, donde 27 personas han muerto desde que estalló la crisis tras las elecciones que llevaron a la renuncia y posterior exilio en México del líder indígena.
A su vez, Morales cuestionó la auditoría que realizó la Organización de Estados Americanos (OEA) del pasado proceso electoral presidencial y acusó que junto con su secretario general Luis Almagro, “se sumó al golpe de Estado”.