La jefa de gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, anuncia que el criticado proyecto de ley sobre extradiciones a China, que provocó una ola inédita de protestas, ‘está muerto’, pero no accede a las demandas de retirar el texto
Un grupo clave de las masivas manifestaciones en Hong Kong contra el proyecto de ley prometió que habrá nuevas protestas y rechazó las declaraciones de la dirigente del Ejecutivo.
Líderes de las protestas, que comenzaron hace un mes, prometieron mantener la presión hasta que el texto se revoque oficialmente.
Cientos de miles de personas protestaron el mes pasado en el territorio contra la reforma del proceso de extradición y expresaron su temor a que Hong Kong esté perdiendo las libertades que se le garantizaron cuando la excolonia británica fue devuelta a China en 1997.
En la protesta más reciente el domingo, decenas de miles de personas que coreaban “Hong Kong Libre”, algunos con banderas británicas de la era colonial, marcharon hacia una estación de tren de alta velocidad que conecta Hong Kong con el territorio continental.
Dijeron que querían transmitir un mensaje pacífico de protesta al territorio continental, donde los medios estatales no han cubierto con detalle las protestas, centrándose en cambio en los choques con la policía y los daños a la propiedad.
Varios cientos de manifestantes rompieron los gruesos ventanales para irrumpir en el edificio y causar destrozos durante tres horas. Pintaron lemas de protesta en los muros de la cámara, volcaron muebles y dañaron los sistemas de voto electrónico y de control contra incendios.
Los manifestantes también han pedido una investigación independiente sobre la represión a las manifestaciones del 12 de junio, cuando los agentes utilizaron gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a la multitud que llenaba varias calles principales.
Lam dijo el martes que la investigación estará dirigida por el Departamento de Justicia “de acuerdo con las pruebas, la ley y también el código penal”.