Cientos de personas, incluidos más de 100 motociclistas, se presentaron para llorarle a un niño de 10 años de Indiana que se quitó la vida, supuestamente después de sufrir meses de bullying en la escuela.
Los dolientes llorosos llegaron a la Iglesia Brandywine en Greenfield (Indiana) el martes acompañados por una flota de motociclistas para despedirse de Sammy Teusch, un estudiante de cuarto grado en la Escuela Intermedia de Greenfield que fue bulleado hasta la noche en que se quitó la vida, de acuerdo con medios locales.
Los motociclistas, que se ofrecieron como voluntarios, aceleraron sus motocicletas mientras los tíos y hermanos mayores de Sammy sacaban el pequeño ataúd de la iglesia y lo metían en un coche fúnebre. Luego, los ‘jinetes’ se unieron a una procesión que se dirigió al cementerio de la localidad, donde Sammy fue enterrado.
Se vio a la familia y compañeros de clase del niño llorando, abrazándose y colocando flores sobre el ataúd durante el entierro. Los padres de Sammy, Sam y Nicole, dijeron que su hijo fue víctima de un acoso escolar implacable que comenzó el año pasado, y que los agresores atacaban al niño por sus dientes y gafas. Los Teusche dijeron que se quejaron en la escuela unas 20 veces por el bullying, pero que nunca se hizo nada para ayudar a su hijo.
“Lo golpearon en el autobús escolar y los niños le rompieron las lentes y todo”, dijo Sam a un medio local. “Llamé a la escuela y dije: ‘¿Qué están haciendo al respecto? Sigue empeorando, y empeorando, y peor’”, añadió Sam.
El superintendente del distrito escolar, Harold Olin, negó que los padres o el niño hubieran presentado ningún informe de intimidación. Su madre cree que su hijo se quitó la vida debido al constante bullying, que alcanzó un punto de ebullición luego de un incidente no especificado en un baño la semana pasada que lo dejó demasiado asustado para ir a la escuela.
“Él era mi pequeño. Él era mi bebé. Era el más joven”.