Pedro Robledo
Pese a la falta de los restos o cenizas del pintor Francisco Toledo, decenas de personas se han dado cita a las instalaciones del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) para despedir al artista.
Desde muy temprano, largas filas de oaxaqueños han dejado flores y veladoras, en lo que algún día fue la casa del artista.
“Se va un hombre que dejo mucho no solo a Oaxaca, sino a México”, señala doña Margarita.
Acompañada de su hijo acudió a ver la foto del pintor, ese que fue colocado a las afueras del IAGO.
Por la tarde los familiares del pintor acudieron a agradecer a las personas la muestra de solidaridad y apoyo al padre, esposo, abuelo.
Natalia Toledo, hija del pintor agradeció la muestra de cariño de los ciudadanos oaxaqueños, a quienes pidió no olvidar el legado de su padre.
Posteriormente colocaron una ofrenda floral a un lado de la imagen del pintor y salieron del lugar.
Es de señalar que a este homenaje no se llevaron las cenizas del pintor juchiteco.