COLUMNAS

OBRADOR Y PEÑA, MOSTRARON CIVILIDAD

 

Remolino Político

 

Mario Castellanos Alcázar
Histórico encuentro del Presidente de México, Enrique Peña Nieto y el virtual Presidente, Andrés Manuel López Obrador, por tratarse de la transición democrática y la alternancia del poder de dos sistemas de gobierno, el que sale, de tipo neoliberal, representado por la mafia del poder y el que entra de corte socialista, pero no dictatorial como lo fue el PRI- Gobierno durante 86 años en el poder.
El que entra es el polo opuesto al sistema agónico de corte capitalista, de los de arriba, de la oligarquía y de los grupos del poder político y económico que durante 30 años se prolongó en la riqueza y el monopolio, contrario a la izquierda, representada por López Obrador, de ahí, la importancia de este encuentro entre dos sistemas polarizados: la opulencia y la pobreza ancestral que tiene al país hundido en la desigualdad social.
Pese a las diferencias ideológicas el encuentro del virtual presidente , López Obrador y el Presidente Peña Nieto, en el Palacio Nacional, tuvo una gran trascendencia para la historia de los mexicanos, que por supuesto quieren un cambio transversal para mejorar las condicione de vida de los que menos tienen, sin dejar de lado el equilibrio de los diferentes estratos sociales, por lo que el presidente que sale y el entrante, a partir de diciembre próximo, se dieron un baño de diplomacia para hacer valer el derecho de los mexicanos.
Tanto Obrador, como Peña Nieto, fumaron la pipa de la paz y por primera vez se vieron a los ojos. Ambos se reconocieron en el ámbito de sus jerarquías, de tal manera, que el encuentro fue terso y muy diplomático, a la altura de las circunstancias políticas y la autoestima que los mexicanos tienen, ante los ojos del mundo, precisamente en estos momentos cruciales, en los que la democracia recobra vital importancia para la historia de los países del universo, que ha cobrado la merma de la participación ciudadana por las cuestiones de la crisis social, política y económica, como producto de la globalización de la economía mundial.
El Presidente, Peña Nieto, le reconoció a López Obrador, su triunfo electoral inobjetable, pero además le garantizo una transición y entrega recepción con toda la formalidad y el reconocimiento de su gobierno y las instituciones de la nación mexicana, de lo que será un acto solemne y pacífico por el bien de los mexicanos.
A la vez, López Obrador, le reconoció a Peña Nieto, su jerarquía institucional y su participación en el proceso electoral, que en lo general, fue de respeto y más que todo democrático, por lo cual, la transición del poder, con lo que respecta a la Presidencia de la República Mexicana se realizará de aquí, a diciembre del presente año con toda la formalidad, respeto y cooperación, por el bien de los mexicanos, que requieren volver a la institucionalidad para reconciliar los intereses de México.
Los temas fueron respecto a la inseguridad, el Tratado de Libre Comercio, a la construcción del Aeropuerto Internacional, en vías de construcción, que por cierto, fue la manzana de la discordia en el proceso electoral, pero también hablaron de la política energética, de donde se revisarán los contratos, de las reformas estructurales, del presupuesto y la política financiera, entre otros tópicos, que son fundamentales para el desarrollo de México.
En sí, se trató de una entrevista fructífera, en donde se mostraron respeto mutuo e institucional, que repercutirá en el proceder de los mexicanos, que estuvieron muy atentos a dicho encuentro, que tiene la finalidad de unir a los compatriotas, que finalmente se logró entre dos alternativas de gobierno, el de tipo neoliberal y el de izquierda, que hará más por los pobres, pero con equilibrio en los estratos sociales, para una nueva economía y en general por el bienestar de los núcleos y los sectores de la sociedad mexicana.
Fue muy importante esta entrevista, que tuvo lugar a tres días de la elección más importante e histórica, que marca un hito en la vida política de los mexicanos, que hasta cierto punto quedaron complacidos porque no hubo abruptos ni descalificaciones del uno para el otro, sino más bien fue un acontecimiento de civilidad, ante los mexicanos y los ojos de las naciones del mundo que ven a México con ánimos de paz y prosperidad
carloscastelanos52@hotmail.com

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