El análisis reveló una mejora económica debido a la aceleración del crecimiento salarial en los países en desarrollo y al efecto de corto plazo del recorte fiscal en Estados Unidos
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NACIONES UNIDAS.
En su informe actualizado sobre la Situación y Perspectivas de la Economía Mundial (WESP), la ONU indicó además que el crecimiento para el año 2019 se mantendrá igualmente en 3.2 por ciento, un ajuste al alza de 0.1 puntos porcentuales en relación con su estimación previa.
Así que la economía mundial crecerá 3.2 por ciento durante el presente año, de acuerdo con un informe emitido este jueves por Naciones Unidas (ONU), lo que representa un ajuste al alza de 0.2 puntos porcentuales respecto de sus estimaciones de diciembre pasado.
El organismo precisó que el ajuste al alza en sus estimaciones de crecimiento económico reflejan una expansión sólida de la economía de los países desarrollados y condiciones favorables para la inversión.
El documento advirtió sin embargo que el incremento de las tensiones comerciales, la incertidumbre respecto a la política monetaria, los niveles de endeudamiento y las tensiones geopolíticas pueden descarrilar estas mejores perspectivas económicas.
El análisis reveló una mejora económica debido a la aceleración del crecimiento salarial en los países en desarrollo y al efecto de corto plazo del recorte fiscal en Estados Unidos.
El crecimiento del comercio mundial también se ha acelerado, lo que refleja un aumento generalizado de la demanda mundial. En ese sentido, muchos países exportadores de productos básicos también se beneficiarán del alza en los precios de los metales y la energía.
Aunque el aumento moderado de los precios para los productos básicos a nivel mundial ejercerá una presión al alza en la inflación de muchos países, el informe señaló que las presiones inflacionarias siguen bajo control en la mayoría de las regiones desarrolladas y en desarrollo.
Elliott Harris, economista en jefe de la ONU, afirmó que la revisión al alza en la previsión de la economía mundial supone buenas noticias para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se proponen entre otras cosas eliminar la pobreza extrema para el año 2030.
Harris aseguró no obstante que “el informe destaca que los riesgos también han aumentado e insiste en la necesidad de abordar de forma urgente una serie de retos políticos, incluidos amenazas al sistema de comercio multilateral, el alto grado de desigualdad y el nuevo aumento de las emisiones de carbono”.
Las previsiones de crecimiento del PIB en 2018 se revisaron al alza en casi el 40 por ciento de los países desde que se publicara la última previsión de la ONU en diciembre pasado.
Sin embargo, algunos países y regiones siguen sin participar en el repunte cíclico mundial, en muchos casos debido a los obstáculos estructurales para lograr el desarrollo. Se calcula que la expansión económica disminuirá ese año en el centro y el sur de África.
Respecto de los riesgos, el informe puntualizó que el retroceso del sistema multilateral de comercio, marcado por tarifas y por medidas de represalia, amenazan la fortaleza y sostenibilidad del crecimiento mundial, con repercusiones mayores para países en desarrollo.
Asimismo, el informe resaltó que la desigualdad de ingresos sigue siendo muy elevada en muchos países; no obstante, durante la última década se han visto indicios de mejoras notables en algunas naciones en desarrollo.
América Latina y el Caribe, por ejemplo, ha logrado progresos significativos con respecto a la reducción de la desigualdad durante los últimos 15 años, impulsados por medidas políticas específicas relacionadas con el salario mínimo, la educación y las transferencias de fondos públicos.
El informe no proporcionó estimados de crecimientos para todos los países, y en algunos casos ofreció solo cálculos regionales.
Para el caso de México y América Central, la ONU estimó un crecimiento conjunto de 2.5 por ciento para este año, un ajuste a la baja de 0.1 por ciento respecto de la proyección anterior. Para el año 2019 la estimación de crecimiento regional se mantuvo sin cambios en 2.6 por ciento.
Sobre México, la ONU alertó que el nivel de endeudamiento del país respecto del Producto Interno Bruto (PIB) aumentó de 55 por ciento en 2010 al 77 por ciento en 2017, además de que mucha de esta deuda ha sido canalizada a bienes raíces y activos financieros en vez de al capital productivo.
Asentó además que las perspectivas de crecimiento económico del país podrían verse afectadas por “la prolongada incertidumbre” respecto de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Finalmente, reconoció que México es uno de los países en desarrollo que ha visto una mayor inversión en proyectos de energía renovables que el promedio de naciones plenamente industrializadas.