Asegura que acabó con la discrecionalidad en el uso del dinero y destaca que la Cámara Alta fue la tercera más transparente, entre los 860 sujetos obligados

ANDRÉS BECERRIL/EXCELSIOR

CIUDAD DE MÉXICO.

A unos días de terminar su gestión como presidente del Senado de la República, Pablo Escudero Morales, legislador del Partido Verde, afirmó que se acabó el estado oscuro que había en el Senado y dijo que ese órgano legislativo debe ser ejemplo de transparencia en México.

“El Senado, después de haber construido todos los marcos legales respecto a la propia Ley de Transparencia, el sistema de combate a la corrupción, de todo lo que ha impulsado, tiene que ser un ejemplo para todas las instituciones. Debe seguir trabajando, me parece que hay una concientización de todos los grupos parlamentarios, que nos ha costado trabajo y me parece que no hay pretexto para que el Senado no sea un ejemplo, un referente de la administración pública y de todos los sujetos obligados”, dijo Escudero Morales.

El presidente del Senado, en entrevista en la oficina que dejará a partir del 1 de septiembre cuando inicie el periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, dijo sentirse muy satisfecho de lo alcanzado en un año de trabajo en el tema de transparencia y rendición de cuentas en la Cámara Alta.

“Hubo una evaluación por parte del Inai, que revisó a más de 860 sujetos obligados donde estaban los Tres Poderes (de la Unión), las secretarias (de Estado) órganos autónomos, sindicatos, partidos políticos, donde estaba un sinnúmero de sujetos que también reciben gasto y que hacen el ejercicio de estos gastos, y nos han informado, nos han mandado una documentación para decirnos que el Senado de la República ha obtenido 96 de calificación y que se encuentra situado dentro de los tres mejores sujetos obligados de los 860. Y eso, sin duda, nos da mucha alegría, nos da mucho orgullo el poder haber construido la plataforma, haber abierto al Senado a esa información y también hay que decirlo, nos compromete. Yo creo que el Senado después  de haber sido el impulsor  de todas las leyes de transparencia, está obligado a ir por un 100 de calificación”, comentó el senador Escudero.

“Me parece que había un gran reto que decidimos asumir en la Presidencia del Senado junto con la Mesa Directiva y junto con los grupos parlamentarios, con el PRI, con el PAN con el PRD, con el PT, con el Verde, de que las cosas en el Senado tenían que cambiar, que tenía que convertirse en un Senado muy transparente”, dijo.

Recordó que desde hace un año se pusieron a trabajar conforme a la ley que los legisladores habían hecho para llevar el registro de todos los temas en el Senado de la República, tanto en el ámbito administrativo como el trabajo de los legisladores.

“Entonces así fuimos generando toda la documentación y fuimos cargando con áreas especializadas todo el tema de los contratos que existen en el Senado, de las licitaciones, las plantillas, de los honorarios. Hicimos una reforma muy importante para que las comisiones donde los presidentes estaban contratando de manera directa a todos los asesores en los que no había un registro fueran incluidos en una plantilla.

“Que fuera transparente, que conociéramos los nombres de los asesores, su currículo, cuánto ganan, que estuvieran en una nómina y que fuera el propio Senado el que les pagara y ya no los presidentes de las comisiones; también lo que eran las estructuras, todos los dictámenes contables, dictámenes financieros que fueran, claros, que fueran verificables que estuvieran a la mano de los ciudadanos y así toda esta parte administrativa la fuimos ordenando y la fuimos cargando en el sistema del propio Senado y en la plataforma de la nueva ley del Inai para que pudiera ser consultada”.

A pregunta expresa sobre la resistencia que encontró en este proceso, el senador Escudero respondió:

“Sí, es verdad que encontramos resistencias. Era una manera de trabajar muy cotidiana, en donde era normal, ya todos estaban acostumbrados, por ejemplo los presidentes de las comisiones recibían un dinero y ellos pagaban de ese dinero a los asesores, entonces se convirtió en una manera muy fácil de pagar y de cobrar.

“Cuando le dijimos a muchos de ellos que iban a estar en la nómina, empezamos a encontrar resistencias y, sin duda también, una resistencia, hay que decirlo de manera clara, era el tema de las prestaciones que debían tener los trabajadores, y que al abrirnos a la transparencia y al llevarnos a todos estos trabajadores a una nómina donde había que cubrirle forzosamente sus prestaciones, porque el Senado estaba en falta como patrón, evidentemente la nómina aumentó más de 30 por ciento, por ahí recibimos algunas críticas, pero es el camino de la transparencia, del orden.

—¿Esas irregularidades que se fueron corrigiendo, cayeron en los ilícitos, en transas, visos de corrupción?

—Yo lo que diría es que es muy difícil acreditar cuando hay un tema de corrupción, pero lo que sí es que son espacios muy oscuros, donde se pierde el dinero y no se sabe dónde quedó.

“Y entonces, con esto nuevos instrumentos sabemos de manera clara dónde está ese dinero, quién lo tiene, quién lo recibe y podemos verificar lo que yo decía: verificar los currículos para que tengamos a la mano las mejores mujeres y hombres trabajando en el Senado, antes no sabíamos si eran 13 en una comisión, si eran siete, ocho, cuánto ganaban, quiénes eran, si estaban capacitados o no; cuánto cobraba una secretaria o un abogado con maestría o un financiero con doctorado; y no teníamos los parámetros para saber quiénes estaban dentro de esas comisiones,  cuánto ganaban y los perfiles. Creo que en eso nos ayuda muchísimo, lo que no había era un control claro de dónde terminaba ese dinero”.