Después de que en Nayarit, el gobernador Miguel Ángel Navarro, emitiera una “respetuosa disculpa” por haber cambiado los colores de la bandera nacional, políticos y ciudadanos exigieron una sancion, como corresponde a la Ley, a los responsables, tanto el mandatario como sus asesores.
Las afrentas hacia los escudos nunca han sido solapadas por secretario de Gobernación alguno, y son legendarias las sanciones a quienes, como Jorge Muñiz al cantar el himno en una pelea de boxeo, lo olvidó y fue severamente sancionado.
La Bandera de México, considerada la más bella del mundo, es uno de los grandes símbolos nacionales y, por lo mismo, es protegida con recelo por las leyes. Contrario a otros países donde la bandera se usa hasta en ropa interior, ultrajar a la mexicana implica sanciones.
La Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno nacionales rige las disposiciones para el uso de los símbolos, y en el caso de la bandera su uso y cuidado en ceremonias, principalmente.
Javier Figueroa Betancourt, quien trabajaba como asesor de imagen en el gobierno de Nayarit, habría sido el creativo encargado de modificar los colores del lábaro patrio.
Trabajaba, porque, primero, trascendió en medios locales, que Figueroa Betancourt presentó su renuncia como director general de Imagen Gubernamental, después del grave error cometido al cambiar los colores de la bandera de México para vestir un evento público gubernamental. Horas después fue confirmado por el director de comunicación social gobierno estatal, Alberto Martínez.
Sin embargo, ni las disculpas públicas ni los ceses son suficientes ante el agravio cometido. Los escudos nacionales son merecedores de absoluto respeto, y por ello las exigencias van en aumento.
Con Información de Excelsior.