La señora María Hernández está decidida a engordar un marrano para todos Santos, mientras le echa un ojo a un cerdito mediano trae a su memoria la época cuando el baratillo de Zaachila era uno de los mercados de ganado más importantes de los Valles Centrales, hoy este espacio comercial se debate entre la permanencia o el declive.
La realidad para este mercado es muy diferente a la una o dos décadas atrás, pues cabe decir que desde hace siete años la división entre los comerciantes y la mala decisión de los últimos dos trienios municipales, impactaron en lo negativo las ventas y afluencia de compradores de diversos pueblos cercanos a la tradicional Villa de Zaachila.
Esta mañana de jueves, los casi 20 expendedores de animales decidieron convocar a los representantes de la prensa, así como informar a automovilistas sobre la carretera principal que conduce de la Villa de la Zaachila a Zimatlán de Álvarez que el Baratillo está en la peor crisis de su historia, la cual se acentuó por la instalación de un baratillo en la población de Cuilapam de Guerrero.
Sin embargo, entre el panorama desolador hoy la administración municipal actual encabezada por alcaldesa Maricela Martínez Coronel, mantiene el dialogo permanente con este grupo de comerciantes e incluso paga la renta del predio sobre el cual se encuentra el Baratillo zaachileño.
Los inconformes reconocieron que una división entre comerciantes del baratillo fue el principal detonador de la actual problemática, asimismo indicaron que la responsabilidad no es del actual gobierno municipal de la Villa, ya que desde hace tres administraciones municipales el baratillo no tiene apoyo.
El baratillo se instala todos los jueves de 7:00 a 16:00 horas, los precios de los animales son muy accesibles, el ganado está sano y además usted puede disfrutar de gastronomía regional como la barbacoa de chivo, o si prefiere se expenden empanadas, memelitas, tacos dorados, molotes y aguas frescas.