Miles de personas se movilizaron para repudiar los actos violentos durante la celebración del referéndum

  AFP y EFE

BARCELONA.

Miles de personas marcharon ayer en Barcelona y otras ciudades de Cataluña para denunciar la violencia policial y defender el referéndum de autodeterminación prohibido del domingo, que fue reprimido por la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Esto con Franco (el dictador), sí pasaba, esto con Franco, sí pasaba”, cantaban los miles de manifestantes, muchos de ellos estudiantes que marcharon desde uno de los campus universitarios de Barcelona hasta el centro de la ciudad.

Según la policía municipal, eran unos 15 mil manifestantes. A media jornada cantaron y bailaron en la plaza Cataluña, en el extremo de la turística avenida de Las Ramblas.

El domingo, policías antimotines irrumpieron en alrededor de 300 centros de votación para confiscar urnas y material electoral, con el fin de impedir el referéndum prohibido por la justicia española.

Policías y guardias civiles recurrieron a la violencia, provocando escenas que conmocionaron a la opinión pública europea.

Ayer por la mañana, cuatro personas seguían hospitalizadas, dos de ellas en estado crítico, según el gobierno regional.

Otras manifestaciones tuvieron lugar en otras ciudades, principalmente en Gerona, 100 kilómetros al norte de Barcelona, y en Lérida, a 160 kilómetros al oeste.

PUIGDEMONT PIDE MEDIACIÓN EUROPEA

El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, pidió ayer una “mediación internacional” para el conflicto catalán “apadrinada por la Unión Europea”, que debe “dejar de mirar hacia otro lado” ante las “violaciones” de la carta de derechos fundamentales.

Puigdemont reconoció que no mantiene “ningún contacto” con el gobierno español, aunque no descartó hacerlo siempre sobre la base de “la voluntad de la gente” de Cataluña.

También exigió la “retirada de todos los efectivos policiales” enviados a Cataluña para evitar la celebración de la consulta declarada ilegal por el Tribunal Constitucional español.

En ese sentido, los sindicatos de la policía justificaron ayer el uso por parte de los agentes de “la fuerza, no la violencia” para acceder a los puntos de votación, donde, por orden judicial, debían retirar las urnas y todo tipo de material electoral para evitar la celebración del referéndum.

El portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Ramón Cossío, aseguró ayer que en la mañana del domingo hubo únicamente tres cargas policiales con el objetivo de que los agentes pudieran abrirse paso entre gente concentrada por estar “rodeados”.