Rigoberto López
La votación masiva, arrolladora como un terremoto o tsunami del pasado domingo, con el 53 % de la votación total, sin duda, que Andrés Manuel López Obrador, candidato por la alianza MORENA-PT-PES, es considerada como una victoria contra todo el poder, como en los tiempos y elecciones cuando ganó Francisco I. Madero vs a Porfirio Díaz Mori.
Contra todo el poder electoral, administrativo, político y económico, había nerviosismo que si ganaba entraría en fantasma y fama del fraude, sin embargo, el hartazgo de la ciudadanía fue confirmando el voto masivo que había solicitado y que los electores entendieron que no había otra alternativa ejerciendo el voto, libre y secreto.
Los porcentajes, números y estadísticas muestran que su victoria es arrolladora, donde sus adversarios tienen que reconocer su derrota, los empresarios sumarse al nuevo gobierno federal el próximo 1 de diciembre, sobre todo, que por primera vez la “izquierda” en México contará con mayoría en la Cámara de Senadores y Diputados Federales, PAN, PRI, PRD prácticamente con fuerzas minoritarias y con suficiente capacidad para realizar propuestas constitucionales.
Ante esta nueva radiografía en el país, los 31 estados, distritos y municipios, el nuevo gobernante presidencial obtuvo voto masivo en cada una de las casillas, salvo Guanajuato por el PAN. Desde 1988 cuando Cuauhtémoc Cárdenas, hasta el 2012 los partidos y grupos contrarios al PRI, no habían tenido presencia significativa en el poder legislativo, hoy el gran perdedor, es el PRI, imagínense solo ha ganado una diputación federal por mayoría relativa, todos fueron derrotados, borrados por Morena y sus aliados.
José Antonio Meade, candidato del tricolor tuvo que aceptar su derrota, ni más ni menos, Ricardo Anaya aduciendo que no se manchaba la victoria de AMLO hacia lo mismo; ante ese panorama y diplomacia de sus contrincantes, López Obrador refrendó su posición de reconciliación, paz y amor para el país.
México vive otra etapa, resta esperar la transición que ya inicio en la primera reunión en palacio nacional entre EPN-AMLO, aunado a la tranquilidad y estabilidad macro económica y estados financieros no solo del país de todo el mundo. La conformación de Cámara de Senadores, Diputados, el posible nuevo gabinete son parte del camino de transición de la saliente y entrante administraciones.
En otros contextos, los cambios, reacomodos se han dado en los estados de Veracruz, Chiapas, Yucatán, Morelos, CDMX, Tabasco, Guanajuato, Puebla, donde el PRI fue borrado por sus adversarios Morena y PRI.
La tercera fue la vencida, a pesar de tener todo en su contra del poder actual presidencial, sus adversarios, enemigos pero el voto masivo, decidido no salvo, triunfó AMLO.
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