Carles Puigdemont no acudirá al Senado para evitar una intervención y Mariano Rajoy afirmó que disolver el gobierno ‘es la única respuesta’

  AFP Y REUTERS

BARCELONA.

Toda posibilidad de diálogo entre Madrid y Barcelona parecía haber muerto ayer, con el gobierno español empecinado en intervenir Cataluña y la negativa del presidente independentista catalán a hablar ante el Senado antes de que autorice la toma de control de esa región.

Carles Puigdemont “no irá ni el jueves ni el viernes” al Senado, indicó una portavoz del presidente catalán, explicando que la negativa se debe a que el gobierno español está decidido de todos modos a tomar el control de Cataluña para frenar el desafío secesionista.

En cambio, el líder regional convocó a su gobierno en la sede de la Generalitat para preparar su intervención ante el Parlamento catalán, que se reunirá hoy.

La sesión del Parlamento podría alargarse hasta el viernes, y en ella se plantean todos los escenarios, incluyendo la declaración unilateral de independencia con la que amenaza desde hace semanas el gobierno separatista.

Carles Puigdemont había sido invitado al Senado a presentar sus argumentos contra las medidas anunciadas al amparo del artículo 155 de la Constitución española.

Éstas incluyen el cese en bloque de su gobierno, la supervisión del Parlamento, la convocatoria de elecciones regionales en un plazo máximo de seis meses y la toma de control de la policía catalana y los medios públicos locales.

La posible comparecencia del líder independentista alumbró la esperanza de un acercamiento. Sin embargo, el presidente del gobierno español Mariano Rajoy aseguró ayer ante los diputados que la intervención de Cataluña es “la única” respuesta posible para detener el desafío separatista.

Me dice que las instituciones catalanas han pedido diálogo y mi respuesta ha sido el 155, y es verdad”, dijo Rajoy al diputado independentista Joan Tardà, insistiendo en que esa respuesta, la intervención de la autonomía, “es la única posible”.

ESPERAN BOICOT A MEDIDAS DE RAJOY

Es de prever que haya resistencia a las directrices del gobierno central, tanto en la calle, donde los secesionistas están muy movilizados, como desde las instituciones, donde se expondría en el día a día al boicot de miles de funcionarios.

Hasta la fecha, Puigdemont ha estado repitiendo que se debe al “mandato” del referendo ilegal de autodeterminación del 1 de octubre.

Su gobierno asegura que el sí a la secesión triunfó con 90% de votos y una participación de 43%, en una consulta que no fue validada por ninguna autoridad electoral independiente.

Los sectores más recalcitrantes del independentismo no dejan de exigirle que ponga sobre la mesa una declaración unilateral de independencia desde el Parlamento.

Las dos grandes asociaciones separatistas, la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, preparan una gran concentración ante el Parlamento para mañana.

Los medios de comunicación públicos catalanes, que emiten desde hace 34 años, alertaron por su parte sobre la posibilidad de una intervención directa del gobierno central.

La amenaza de intervención de los medios públicos catalanes supone un ataque directo a la ciudadanía y vulnera su derecho a recibir una información veraz, objetiva, plural y equilibrada”, señaló su comunicado.

LOS POSIBLES ESCENARIOS

• España se prepara para vivir hoy y mañana dos posibles escenarios políticos tras meses de crisis secesionista en la región. Claves para entender qué puede ocurrir:

EL PARLAMENTO CATALÁN

• Celebrará una sesión extraordinaria para analizar una respuesta a la intervención de Madrid. Sin embargo, también podría declarar la independencia y proclamar una nueva República Catalana.
• En la sesión, que comienza hoy y finalizaría mañana, también podría convocarse a elecciones.

EL GOBIERNO
DE ESPAÑA

• Se prevé que impugne la declaración de independencia ante el Tribunal Constitucional, que la suspendería, y seguiría adelante con la ejecución del Artículo 155 de la Constitución, que disolvería el gobierno de Cataluña.
• Además, la Fiscalía General podría acusar de rebelión al presidente catalán, Carles Puigdemont, un delito castigado con hasta 30 años de prisión.

CONSECUENCIAS

• La aplicación del Artículo 155 promete ser conflictiva y recibida con protestas en las calles y resistencia social y política, con el consecuente riesgo de incidentes y actuaciones policiales.
• Candidatura de Unidad Popular (CUP), el partido que apoya a Puigdemont, llamó a una “lucha no violenta” y a la “desobediencia civil masiva”. Diversos sectores convocaron también protestas y huelgas.

PARTIDOS YA PREPARAN “LA RESISTENCIA”

Me atrevería a decir que es una gran batalla entre el bien y el mal”. Los independentistas catalanes viven entre la euforia y la angustia, y el tono mesiánico crece a medida que se acercan los momentos decisivos.

Antoni Castellà, diputado de la coalición gobernante en Cataluña Junts Pel Sí, no dudó en emplear ese tono ante los 250 militantes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).

Su máximo dirigente, Jordi Sánchez, está en la cárcel en Madrid, a la espera de juicio, acusado de sedición.

Es una batalla entre democracia y totalitarismo. Me atrevería a decir que una gran batalla entre el bien y el mal” dice Castellà ante los militantes.

A las puertas del Orfeó Gracienc, en pleno corazón de Barcelona, donde se celebró la reunión de la ANC en la noche del martes, había otras 200 personas esperando para entrar. La organización tuvo que crear dos turnos para recibir a todos.

La reunión está convocada para preparar “la resistencia civil” y abiertamente se habla de ir a las puertas del Parlamento catalán, a partir de hoy, cuando se abre un pleno especial.

La movilización es también palpable en una asamblea convocada casi a la misma hora en otro extremo de la ciudad, en el barrio popular de Sant Andreu.

La formación de extrema izquierda CUP (Candidaturas de Unidad Popular) reunió a unas 60 personas, tras un encuentro a puerta cerrada con sus activistas, para preparar las “medidas”.

La CUP, así como la ANC, organizan decenas de esas reuniones por toda Cataluña.